Arteterapia, recursos y herramientas parar la salud mental, el bienestar emocional, y el desarrollo personal.
 
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¡Te cuento un poco más sobre mí!

Mis comienzos fueron el el mundo corporativo. Tengo licenciaturas en ciencias económicas y administración de negocios y después de una carrera muy satisfactoria en el ámbito bancario, siguiendo un llamado interior, me volqué hacia la psicología.

Mi pasión me llevo a completar dos maestrías y un doctorado en psicología clínica, con énfasis en neuropsicología, diversidad cultural, y arteterapia.

A lo largo de mi carrera he trabajado desde sus inicios en programas y proyectos comunitarios e investigaciones científicas en comunidades marginadas. También he participado en la creación e implementación de programas comunitarios. He realizado entrenamientos y capacitaciones, y proporcionado supervisión clínica. Brindo consultoría para programas y colegas, y proporciono intervenciones para el estrés por incidentes críticos y estrés postraumático a travez de “debriefings” y “diffusings”.

Actualmente, tengo una practica privada bilingüe donde me especializo en trastornos del estado de ánimo, duelo y pérdida, y salud conductual.

 
 

Porque Valorándonos: mi filosofía

Creo en el proceso de darnos valor y sentirnos valoradas.

El esfuerzo hacia la transformación y el cambio nos hace valorarnos, y va mucho más allá de la autoestima.

La autoestima suele enfocarse en la confianza en sí misma y en la sana auto-admiración. En general, es una función de cómo nos sentimos acerca de nosotras mismas, basada principalmente en la comparación con los demás. Tiende a medirse en función de acciones externas como el rendimiento, habilidades, comportamiento, aspecto. Es la manera en que nos juzgamos y nos evaluamos y es cómo nos sentimos con nosotras mismas. Por supuesto que esto es importante para el desempeño de tareas, desafíos y los distintos retos que se nos presentan en el recorrido de la vida.

Valorarnos es algo distinto. Cuando nos valoramos, damos lugar al auto-cuidado porque valorarnos es un acto, no una emoción. Es más conductual que emocional. Es decir, se trata más acerca de cómo actúas o cómo te comportas hacia lo que valoras, incluyéndote a ti misma, de que cómo te sientes respecto a ti misma en comparación con los demás.

Valorar algo va más allá de considerarlo importante; también aprecias sus cualidades e inviertes tiempo, energía, esfuerzo y sacrificio en su mantenimiento.

Por ejemplo, te puede gustar una obra de arte y puedes admirarla. Pero cuando una obra de arte es valorada, se invierte en su cuidado: se protege de la luz directa, de la temperatura ambiental, que no la toquen o manoseen los que están alrededor. Si es necesario, hasta se puede llegar a invertir en una alarma para protegerla del robo.  

Cuando nos valoramos, damos lugar al auto-cuidado, porque quererse a una misma también implica estar atenta a las necesidades vitales. 

Las personas con un alto valor propio, es decir que se valoran, aprecian sus mejores cualidades (incluso cuando intentan mejorar las menores) y cuidan su salud, crecimiento, desarrollo físico y psicológico. Toman pasos concretos hacia su propio cuidado y este auto-cuidado existe aun durante periodos de bajo auto-estima o hasta cuando dudando de una misma.

Cuando nos valoramos tomamos en cuenta y apreciamos las cualidades únicas que nos convierten en nosotras mismas.  

Cuando nos valoramos nos queremos, nos amamos.  Mas aún, practicamos la autocompasión siendo cálidas y comprensivas con nosotras mismas cuando sufrimos, fallamos o nos sentimos inadecuadas, en lugar de ignorar nuestro dolor o flagelarnos con la autocritica.

Cuando nos valoramos necesitamos menos de las defensas autodestructivas del ego: resentimiento crónico, ira, abuso de sustancias, comportamiento impulsivo o abuso de otros. Nos respaldamos en la auto-compasión.

Nuestro enfoque pasa a ser el auto-cuidado, que incluye desarrollar más autenticidad y vulnerabilidad. Cuando nos valoramos somos honestas con nosotras mismas y con los demás y nos comprometemos con la vida y el bienestar propio y ajeno.

El valorarnos crece exponencialmente. 

Los que se valoran también valoran a otros. Valorando a otros hace que nuestro valor propio se dispare y nos valoramos aún más. Esto es porque elevamos nuestro sentido de bienestar y facilitamos nuestra salud, crecimiento y desarrollo.

Valorándonos incrementamos nuestra capacidad de generosidad y compasión agregando vitalidad, significado y propósito a la vida.

El valorarse es algo que hay que nutrir y forjar. La auto estima puede crecer y menguar a través del tiempo o circunstancias, pero el valorarse puede permanecer constante.  Es el contenedor que nos sostiene.

El valorarse es una habilidad transformadora que cualquiera puede adquirir con la práctica.  

¡Valorándonos logramos nuestro potencial!

Valorándonos y sus comienzos….

 
Inspirada por el primer grupo de mujeres Valorándonos…

Piedra pintada: Inspirada por el primer grupo de mujeres Valorándonos…

 

El concepto de Valorándonos fue inspirado en el año 1998 cuando, trabajando en una clínica comunitaria en el área de San Francisco, California, observé un gran interés y compromiso con el desarrollo personal y salud emocional en las mujeres de la comunidad Latina en el área.

Enfrentando esta gran demanda de servicios lingüística y culturalmente relevantes, surgió la idea de un grupo semanal de mujeres donde recibirían sostén, inspiración y servicios psicológicos dentro de un espacio inclusivo y un entorno propicio.

Con la colaboración de dos grandes colegas, la Dra. Elisabet Revilla y la Licenciada Pamela Montgomery, se creo y nació el grupo de mujeres Valorándonos. El grupo prosperó y continuó durante varios años hasta que cambios internos en la clínica requirió su cierre. Sin embargo, su existencia e influencia positiva es todavía recordada dentro de la comunidad.

Valorándonos, y su gran éxito, también inspiró a futuro la creación dentro de la clínica de otros grupos de sostén y capacitación para la comunidad latina del área.

 
 
 
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¡Valorándonos logramos nuestro potencial!

 

Ajuste de Actitud

Recuerda que básicamente todo cambio requiere esfuerzo, particularmente el cambio profundo. Pero se hace más fácil y gratificante con el tiempo.

 

Cultivar Optimismo

El optimismo es una perspectiva. Henry Ford es famoso por haber dicho: “Si crees que puedes o no puedes, siempre tendrás la razón”.

 

El Valor de la Creatividad

Potenciar la creatividad ayuda a resolver problemas, generar más ideas y conceptos, y da confianza a tu capacidad para lograr un cambio positivo.