Cuando obstáculos interfieren con tus metas

Cómo superar los obstáculos que interfieren con el logro de tus metas
 

Ya sabemos los resultados que se pueden lograr con identificar y establecer metas y objetivos ya sean personales o profesionales. Mucho ha sido escrito sobre el beneficio y proceso de planificación, evaluación y ejecución de estas metas.

Participemos o no activamente en este proceso, todas tenemos metas y objetivos. A veces, nuestras metas se manifiestan en forma de sueños que dan propósito y significado a nuestras vidas.

Pero a veces, lograr tus metas puede parecer una tarea imposible. Incluso, a pesar de tener un plan claro, siempre habrá obstáculos en el camino. Superar esos obstáculos es lo que le da sentido a la vida y proporciona una sensación de logro y éxito.

Una pregunta importante que plantearse es: ¿qué es lo difícil de lograr mis metas? ¿Cuales son los retos previstos? Estas preguntas nos condicionan a aceptar el cambio, que es constante e inevitable.


Las cosas evolucionan constantemente. Es necesario ser flexibles para tener éxito.

En un estudio de individuos con síntomas de depresión, Arens y colegas (2018) notaron que un alto nivel de síntomas depresivos estaba asociado con la inhabilidad de adaptarse cuando circunstancias se interponían con el logro de sus objetivos. Es decir, Arens et al. cree que no es el establecimiento de metas per se lo que nos afecta, sino la incapacidad de adaptarse a las circunstancias cambiantes, como ser una situación inesperada que acaba de interponerse en el camino.

La adaptabilidad, o el ser flexible, es un requisito ya que amplía tu capacidad para manejar el cambio. Una de las maneras que ejercemos la flexibilidad es aceptando el cambio y tratarlo como una oportunidad para desarrollar la resiliencia - que es lo que necesitamos para seguir avanzando hacia nuestros sueños y nuestras metas.

Ahora más que nunca, en todo el mundo enfrentamos cambios y complejidad: la pandemia de coronavirus nos ha presentado a todas nuevos desafíos, nuevas circunstancias e incertidumbres. Para muchas de nosotras no solo han sido afectadas nuestras metas y objetivos sino también han cambiado nuestras prioridades.


Desarrollar el músculo de la resiliencia

La capacidad para adaptase y superar cambios y adversidad se denomina resiliencia y es una característica que se puede forjar. Se desarrolla a través de la experiencia. Es decir, cada vez que somos desafiadas, aprendemos a ajustarnos y adaptarnos a las circunstancias cambiantes. Luego aplicamos este aprendizaje a circunstancias futuras similares. Practicar la resiliencia bajo una variedad de circunstancias a lo largo del tiempo fortalece nuestra capacidad para demostrarla de manera constante.


Según la investigación de la psicóloga Susan Kobasa, hay tres elementos que son esenciales para la resiliencia:


1.     El desafío: las personas resilientes ven una dificultad como un desafío, no como un evento paralizante. Ven sus fracasos y errores como lecciones de las que aprender y como oportunidades de crecimiento. No los ven como un reflejo negativo de sus habilidades o su autoestima.

 

2.     El compromiso: las personas resilientes están comprometidas con sus vidas y sus metas dándole prioridad. Y este compromiso no se limita solo a su trabajo: se comprometen con sus relaciones, sus amistades, las causas que les importan y sus creencias religiosas o espirituales.

 

3.     El control personal: las personas resilientes dedican su tiempo y energía a centrarse en situaciones y eventos sobre los que tienen control. Esto significa poner los esfuerzos donde pueden tener el mayor impacto en vez de perder tiempo preocupándose por eventos incontrolables. Esto las ayuda a sentirse empoderadas y confiadas en lugar de sentirse impotentes y derrotadas.

 


Estos elementos apuntan a una opción de cómo se puede hacer frente a la adversidad y el estrés y afectan en gran medida la forma en que tenemos éxito. Un punto clave que debe enfatizarse aquí es que estos elementos pueden fomentarse y practicarse dando lugar a una perspectiva mejorada y una mentalidad resiliente, que es lo que lleva no solo al éxito, sino también a una buena salud mental y bienestar emocional.


Pautas que considerar para una mentalidad y actitud resilientes

Aceptar el cambio / Adaptabilidad

En el proceso de reconocer una pérdida experimentamos una miríada de emociones: dolor, decepción, enojo, tristeza, arrepentimiento, culpa, alivio, celos… Al permitimos estas emociones, entendiéndolas como una parte natural de la pérdida, vamos conectándonos con la realidad y lentamente incorporando el cambio. Estas emociones activan nuestros pensamientos, actitudes y creencias sobre lo que está sucediendo. Podemos identificar lo que sentimos, darle un nombre, y una vez que lo hayamos identificado, podemos analizar una situación y tomar decisiones sobre cómo enfrentarla. Idealmente, comenzamos a rendirnos al hecho que siempre estamos evolucionando. Esto nos permite recibir y abarcar algo nuevo, sean ideas o experiencias.


Creación de una red de apoyo

Invierte y desarrolla relaciones sólidas. Las personas que tienen conexiones sólidas son más resistentes al estrés y son más felices en sus diversos roles. Esto se aplica tanto a tu vida personal como laboral. Cuantas más amistades reales desarrolles, más resistente serás, porque tienes una red sólida de apoyo a la que recurrir.


Aprende a pedir lo que necesitas

Obtener ayuda cuando la necesitas es un acto de autocuidado. La realidad es que la mayoría de nosotras somos capaces de identificar una necesidad personal. Donde tendemos a quedarnos cortas es en el momento de actuar. El miedo a pedir ayuda suele ir acompañado de sentimientos de vergüenza y autocrítica. Cuando pensamos en pedir ayuda, podemos sentirnos débiles o nos juzgamos y etiquetamos como un fracaso. Otras veces hemos pedido ayuda y hemos sido rechazadas o mal orientadas reforzando la vacilación a volver a preguntar.

 La realidad es que a la mayoría de las personas les gusta ayudar, e incluso pueden sentirse útiles y valoradas cuando le pedimos ayuda. Esto es porque a los humanos nos encanta ayudarnos unas a otras. Estamos programadas para la empatía. Pueda entonces que haya personas en tu vida que en un momento u otro habrían estado dispuestas a ayudarte si se lo hubieras pedido.

Pedir ayuda y aceptarla es “empoderador”. Cuando somos capaces de admitir nuestras ansiedades, tensiones, inseguridades y límites personales, abrimos un diálogo interno que es esencial para el cuidado personal. Cuando pedimos ayuda le damos a otras personas la oportunidad de ayudar y dejamos de hacerlos a un lado injustamente. 


Cultiva el arte de centrarte en ti misma

Aprender a centrarte es quizás la habilidad más importante que debemos aprender. El centro del que hablamos es un punto dinámico de equilibrio psíquico o equilibrio interior. Cuando estas centrada no sientes resistencia. Es un espacio neutral sin enorme felicidad o tristeza. Pero a su vez, estás viva, alerta y activa. Prevalece una calma interior.

 Los ejercicios de atención plena, como ser la respiración, actividades de cuidado personal, la meditación guiada, entre otras, te ayudan a encontrar tu centro y lograr un estado de calma que nos permite aprender de los obstáculos, crecer, y hacernos mas fuertes.


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Maneja tus expectativas

Esperamos mucho de nosotras mismas. Desafortunadamente, nuestras expectativas a menudo son poco realistas, lo que puede causar mucho estrés y autocrítica.

Eso no significa que no debes tener expectativas. Necesitamos expectativas. La clave es manejarlas bien. Las expectativas nos impulsan a hacer y ser más, a perfeccionar nuestras habilidades, lograr metas, desarrollar nuestro potencial y convertirnos en la persona que sabemos que podemos y queremos ser. Pero cuando esas expectativas no se cumplen, nos sentimos decepcionadas.

A pesar de lo que el sentido común pueda decirte, la investigación muestra que las personas somos sorprendentemente ineptas para predecir cómo nos sentiremos en diversas situaciones. Por ejemplo, podríamos estimar que nuestro nivel de felicidad aumentaría con algún logro particular.

Sin embargo, parece que nuestras expectativas pueden confundirnos y hacernos pensar que nuestras metas nos traerán mucho más de lo que realmente hacen y esto nos impide apreciar plenamente lo que tenemos a nuestro alrededor, como ser relaciones y regalos importantes que nos rodean que tal vez damos por sentado.


La investigación respalda esta idea de que es posible que no apreciemos completamente lo que tenemos cuando esperamos más o comparamos lo que tenemos con lo que podríamos tener.


Cuando te encuentras decepcionada, busca activamente los aspectos positivos de lo que tienes. Ser más consciente de tus expectativas y de cómo cambian tus sentimientos hacia tu propia realidad puede liberarte de la decepción y el estrés que surgen de las expectativas poco realistas.

Cómo superar los obstáculos que interfieren con el logro de tus metas

Maneja tus expectativas

Cuando te encuentras decepcionada, busca activamente los aspectos positivos de lo que tienes.


Cuando te encuentras con un obstáculo, reconocer tus logros es muy importante. Por supuesto que es difícil e incomodo experimentar trabas e impedimentos. Al mismo tiempo, podemos encontrar significado en los obstáculos que enfrentamos. Cuando aceptamos que los obstáculos son parte del proceso y de la experiencia humana y encontramos nuestro centro, podemos actuar desde un espacio mas sabio y empoderado. En este espacio nos conectamos con nuestras fortalezas y nuestros dones, apreciamos nuestra vida, lo que tenemos, y las oportunidades de crecer y crear que se nos brinda.

Espero que en las páginas de Valorándonos descubras la singularidad de tu experiencia humana y logres los cambios y la transformación que buscas.


¡Comprométete contigo misma! ¡Lo Vales!


 

Referencias

Arens, E., Zeier, P., Schwieren, C., Huisgen, H., & Barnow, S. (2018). The perils of aiming too high: Discrepancy between goals and performance in individuals with depressive symptoms. Journal of Behavior Therapy and Experimental Psychiatry, 5812-17. doi:10.1016/j.jbtep.2017.07.002

Kobasa, S. C. (1979). Stressful life events, personality, and health: an inquiry into hardiness. Journal of personality and social psychology, 37(1), 1.

Schippers, Michaéla C., Morisano, Dominique, Locke, Edwin A., Scheepers, Ad W.A., Latham, Gary P., de Jong, Elisabeth M. (2020). Writing about personal goals and plans regardless of goal type boosts academic performance. Contemporary Educational Psychology, Volume 60, 101823, ISSN 0361-476X, https://doi.org/10.1016/j.cedpsych.2019.101823.

Sheldon KM, Houser-Marko L. Self-concordance, goal attainment, and the pursuit of happiness: can there be an upward spiral? J Pers Soc Psychol. 2001 Jan;80(1):152-65. PMID: 11195887.

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